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Los roles principales de Embalaje de alimentos para hornear Y los contenedores de alimentos son proteger los productos alimenticios de las influencias y daños externos, contener los alimentos y proporcionar a los consumidores información de ingredientes e nutricionales. La trazabilidad, la conveniencia y la indicación de manipulación son funciones secundarias de creciente importancia. El objetivo del embalaje de alimentos es contener alimentos de una manera rentable que satisfaga los requisitos de la industria y los deseos del consumidor, mantenga la seguridad alimentaria y minimice el impacto ambiental.
Como todos saben, los contenedores de alimentos y el envasado pueden retrasar el deterioro del producto, retener los efectos beneficiosos del procesamiento, extender la vida útil y mantener o aumentar la calidad y la seguridad de los alimentos. Al hacerlo, estos contenedores de alimentos brindan protección de 3 clases principales de influencias externas: químicos, biológicos y físicos.
La protección química minimiza los cambios compositivos desencadenados por influencias ambientales como la exposición a gases (típicamente oxígeno), humedad (ganancia o pérdida) o luz (visible, infrarroja o ultravioleta). Muchos materiales de empaque diferentes pueden proporcionar una barrera química. El vidrio y los metales proporcionan una barrera casi absoluta para los agentes químicos y de otros ambientales, pero pocos paquetes son puramente de vidrio o metal ya que se agregan dispositivos de cierre para facilitar el llenado y el vaciado. Los dispositivos de cierre pueden contener materiales que permiten niveles mínimos de permeabilidad. Por ejemplo, las tapas de plástico tienen cierta permeabilidad con los gases y vapores, al igual que los materiales de la junta utilizados en las tapas para facilitar el cierre y en las tapas de metal para permitir el sellado después del llenado. El embalaje de plástico ofrece una amplia gama de propiedades de barrera, pero generalmente es más permeable que el vidrio o el metal.
La protección biológica proporciona una barrera para los microorganismos (patógenos y agentes en descomposición), insectos, roedores y otros animales, evitando así las enfermedades y el deterioro. Además, las barreras biológicas mantienen condiciones para controlar la senescencia (maduración y envejecimiento). Dichas barreras funcionan a través de una multiplicidad de mecanismos, incluida la prevención del acceso al producto, la prevención de la transmisión de olor y el mantenimiento del entorno interno del paquete.
La protección física protege los alimentos del daño mecánico, que incluye amortiguación contra el choque y la vibración encontrados durante la distribución. Típicamente desarrollado a partir de cartón y materiales corrugados, las barreras físicas resisten los impactos, las abrasiones y el daño aplastante, por lo que se usan ampliamente como contenedores de envío y como embalaje para alimentos delicados como huevos y frutas frescas. El embalaje físico y los contenedores apropiados también protegen a los consumidores de varios peligros. Por ejemplo, los cierres resistentes a los niños obstaculizan el acceso a productos potencialmente peligrosos. Además, la sustitución del embalaje de plástico por productos que van desde champú hasta botellas de refrescos han reducido el peligro de los recipientes de vidrio rotos.
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