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Las preocupaciones sobre el aumento del precio y los límites de suministro del petróleo, así como los factores ambientales, han estimulado el uso y desarrollo de bioplásticos sintetizados a partir de maíz, soja, caña de azúcar y otros cultivos.
A diferencia de los plásticos convencionales, los bioplásticos se biodegradan relativamente rápido en las condiciones adecuadas y están hechos de cultivos renovables anualmente en lugar de petróleo. El PLA también se puede reciclar en más del mismo producto repetidamente, mientras que el plástico no.
Los primeros informes sugieren que el bioplástico puede ser un sustituto eficaz del plástico a base de petróleo. Y los productos finales, que incluyen camisetas, tenedores y ataúdes, se ven, se sienten y funcionan como el poliéster y el plástico tradicionales hechos a base de petróleo. Pero el proceso de fabricación consume un 50 por ciento menos de combustible fósil, incluso después de tener en cuenta el combustible necesario para plantar y cosechar el maíz.
Dado que relativamente pocas personas en los EE. UU. tienen acceso a compostadores comerciales o industriales, que ayudan a degradar los bioplásticos, muchos bioplásticos terminan en vertederos o contenedores de reciclaje. En los vertederos, el PLA carecerá de la luz y el calor que necesita para degradarse. Es poco probable que el reciclaje de plástico se vea afectado negativamente por el PLA, que actualmente no puede ser procesado por los principales recicladores, hasta que constituya un porcentaje mucho mayor de plástico que ahora. La mejor opción sería desarrollar un flujo de reciclaje separado para PLA.
Sin embargo, un peligro del aumento del uso de bioplásticos es que las personas podrían terminar comprando mucho si creen que es menos problemático que las alternativas a base de petróleo. Un cambio a los bioplásticos aún debe ir acompañado de una reducción de los desechos.
Cuando la reutilización no es factible, los bioplásticos pueden ser la mejor alternativa. Por ejemplo, las fiestas y reuniones informales se llevan a cabo en el interior o al aire libre donde los anfitriones no pueden lavar ni reutilizar los artículos del servicio de alimentos. En su lugar, utilizan platos, vasos y utensilios compostables hechos de plástico o papel.
El bioplástico también es una buena opción para recolectar compost de cocina y desechos de jardín destinados al compostaje comercial, ya que las bolsas se pueden compostar junto con su contenido. Con un poco de previsión, todos podemos reducir nuestro uso de plásticos y tomar las decisiones más saludables para nuestras familias y el planeta. Más información, por favor visite: .