¿Por qué elegir contenedores de alimentos compostables?

Mientras que los plásticos convencionales, como el polietileno y el poliestireno, se derivan de combustibles fósiles, los bioplásticos, como el ácido poliláctico ( Productos PLA ), están hechos de recursos renovables como el almidón de maíz o caña de azúcar. Los plásticos biodegradables (que no deben confundirse con los bioplásticos), que se descomponen en determinadas circunstancias, pueden derivarse de fuentes agrícolas o petroquímicas.

De hecho, los plásticos biodegradables se han utilizado en aplicaciones específicas durante años. Pero los artículos de consumo tienen una historia más corta. A principios de la década de 1990, las bolsas y platos de plástico biodegradable, hechos de polímeros convencionales, como la poliolefina, mezclados con un compuesto de almidón, se promocionaron como una alternativa ecológica. Desafortunadamente, estos productos no cumplieron con las expectativas de los consumidores.

Y ahí radica una distinción importante: el significado de los términos biodegradable y compostable. Si bien un material puede etiquetarse como biodegradable (refiriéndose al proceso mediante el cual los microorganismos causan descomposición y asimilación), puede no ser necesariamente compostable, el proceso mediante el cual el material se biodegrada para producir dióxido de carbono, agua y humus dentro de un período de tiempo específico. Esto es lo que sucede con los desechos orgánicos que se procesan en un sistema de compostaje municipal o en el compostador de su patio trasero.

¿Confundido? Se pone peor. Más allá de 'biodegradable' y 'compostable', la próxima generación actual de productos más ecológicos puede etiquetarse como oxo-biodegradable, hidro-biodegradable, foto-biodegradable o soluble en agua, lo que habla del proceso químico por el cual estos materiales se descomponen.

La conclusión es que no todos los plásticos biodegradables son iguales y existen muchas afirmaciones engañosas. Afortunadamente, no necesitas un título en química para resolverlo todo.

Si cree que optar por plásticos "verdes" en el día a día es una forma de hacer su parte para ayudar a abordar nuestro creciente problema de vertederos, piénselo de nuevo.

Cuando los consumidores escuchan el término "biodegradable", piensan que de alguna manera las cosas van a desaparecer mágicamente sin importar lo que hagan, desde tirar basura hasta tirarlas a los vertederos. Sin embargo, la realidad es que nada de eso sucede.

¿Por qué? Porque los vertederos se construyen esencialmente para “sepultar” los desechos, evitando la exposición al aire, la humedad y la luz solar. Entonces, incluso los desechos biodegradables no se descompondrán mucho en un vertedero. Es por eso que los periódicos que se encuentran en los vertederos todavía se pueden leer 35 años después.

La idea de hacer que los envases de plástico para alimentos sean biodegradables y luego enviarlos al vertedero es realmente contradictorio. Es por eso que los consumidores deben buscar productos compostables, no biodegradables. Al llamar a las cosas "compostables", le indica al consumidor que esto es algo que debe manejar de manera diferente.